Cómo ver el cine en casa es una de las preguntas de los amantes del séptimo arte, tanto si pueden acudir a las salas tanto como quisieran, como sino. Hoy no os vamos a hablar, aunque parezca mentira, de descargas, sino de modos legítimos de preparar la experiencia para que sea del máximo agrado. ¿sabes cómo se verá mejor tu película favorita?
Hoy en día existen muchas opciones en el mercado para ver una película, sobre todo en cuanto a formatos y aparatos.
En cuanto a formatos o soportes de cine hay que diferenciar entre DVD o Blu-Ray. La diferencia está en la definición y en la cantidad de datos que soporta el disco, aparentemente igual para ambos tipos de película. De cualquier modo el Blu-Ray siempre se verá con más nitidez y mejor color, pero dependerá de la calidad con la que se haya grabado la película (No es lo mismo ver ‘Oblivion’ que ‘Carmina y Amén’) y de la pena que merezca ofrecerle este soporte, ya que todos sabemos que el Blu-ray es más caro que su hermano mayor.
Evidentemente los reproductores no son los mismos: uno de DVD no leerá el disco Blu-Ray, pero si se podrá a la inversa. No obstante, igual que con el film el aparato para Blu-Ray es más caro, aunque nos curaremos en salud si optamos por él ya que permite ambas opciones.
En este apartado existe una tercera opción aún no muy establecida que es el del 3D. Algunas películas venden una copia con estas características pero para su correcto visionado requiere no sólo un reproductor de Blu-Ray sino un televisor 3D (y las consabidas gafas estereoscopias)
Llegados al terreno del televisor es donde nos surgen más preguntas: ¿comprar un televisor led o uno lcd? ¿Decantarse por un número de pulgadas y otras? ¿La queremos con 3d, con reproductor incluido?¿Elegir una marca conocida o una que me dé buena calidad por poco dinero?
Aquí las respuestas son más variadas ya que la gama de pantallas es increíble con precios que se ajustan a todos los bolsillos. Un tamaño común para un televisor es el 35 ó 37 pulgadas, pero dependerá también del tamaño de tu salón (para verla bien y no dañar la vista necesitas una distancia proporcional al tamaño de la pantalla, es decir, que no te pases de grande si tu cuarto es pequeño). Las televisiones de plasma ofrecen más calidad de colores, más naturales, con mejor contraste, menos saturación y más ángulo de visión. Mientras que los LED y Los LCD son prácticamente iguales en diseño aunque la retroiluminación cambia: Los LED reparten la luz de manera más uniforme y ‘ecológica’ ya que usa luces de led que consumen menos que las lámparas fluorescentes de los LCD. Así, aunque en calidad son iguales, de estas dos es recomendable los LEDs porque nos ahorran a la larga dinero y ofrecen gran resolución.
Aunque el plasma es muy bueno para grandes pantallas, para las pequeñas recomendamos las LED. Dentro de estas, cada televisión tiene un nivel de definición, que de más a menos sería: HD Ready y Full HD.
Si sois de hacer sesiones de cine con amigos a lo grande pero no os queréis comprar un televisor, existen las opciones de proyectores hoy más asequibles que antes. (pero aseguraos de que tenéis un buen telón o una pared lisa y buscad copias de los filmes en buena calidad)
Por otro lado, si sois fanáticos del cine pero no de poseer los discos las múltiples plataformas de pago o video on demand y páginas web de alquiler os permiten muchas opciones que con un smart-tv (con Internet) serán maximizadas.
Para completar la experiencia ocupaos del sonido con un sistema home cinema que reparte el sonido por la habitación. Esto si supone ya una inversión aunque podéis elegir desde dos altavoces hasta 5, con cableado que requiere ‘una instalación’ estratégica o inalámbricos. El efecto también dependerá de la calidad de sonido con que se haya hecho la película.
Para finalizar, no os olvidéis de las palomitas. ¿Cuál de estas ideas se adapta más a vuestra noche de cine?
Imagen|Salvatore Vuono
