Tal como explicamos antes en la década del 50 con la aparición de la televisión, el cine se vió prácticamente obligado a modificarse a si mismo, para no perder espectadores. Las productoras comenzaron a buscar nuevos sistemas para atraer al público. Así en 1952 Fred Walker realizó un documental llamado “Esto es Cinerama”. Este nuevo sistema era demasiado complejo y complicado. Se rodaban tres negativos, con tres cámaras diferentes sincronizadas y unidas.
En la sala se proyectaban con tres proyectores sobre una pantalla curvada enorme que producía un efecto envolvente. Además esta espectacularidad estaba complementada con 5 pistas de sonido magnético en la pantalla, y dos más en la sala, que generaban un efecto impactante en el público.
Eran 7 pistas de audio en total, todas independientes entre sí, las cuales estaban grabadas en otra película de 35 mm sincronizadas con la imagen. Como dijimos antes, cico de ellas se ubicaban tras la pantalla (izquierdo, central izquierdo, central, central derecho, y derecho), mientras que las otras dos estaban en el auditorio (surround izquierdo y derecho).
Sin embargo no fue de gran éxito este nuevo sistema, y pasó a desuso. Es que tenía demasiadas desventajas que no se podían pasar por alto. Una de ellas es que era muy caro, ya que usaba el triple de negativos que una película común, y los equipos eran demasiado grandes como para poder transportarlos con facilidad. De cualquier manera se rodaron 9 películas, aunque de todas ellas, solamente “La conquista del oeste” tuvo repercusión y logró pasar a la historia.
Fue poco el tiempo que existió el Cinerama, pero bastó para que le saliera un gemelo soviético, el kinopanorama, y fallidos descendientes como el cinemiracle y el circarma.
